Ayer leí un reportaje en el diario, se trataba de la miserable situación en la que se encuentra la sociedad protectora de animales, en sí no es más que un gran déficit económico que no le permite dar abasto con la demanda que en la actualidad tiene, que le faltan recursos por eso no tienen como alimentarlos ni darle atención medica que necesitan, y eso… una lectura normal sin mayores compadecimientos propios, sin embargo me detuve en la foto, un perrito detrás de una jaula con una carita indescriptible, una presión me recorrió el cuerpo hasta llegar a los ojos, sin provocación alguna llore… y después de eso comienza mi batalla interior, mis cuestionamientos, mis reproches y toda la angustia que me provocan estas situaciones.
Porque?, nuevamente un reproche, porque cada vez que veo algo así, me angustio?, no es justo, falta que mire un animal en la calle, o sepa una historia de un circo o no se, vea una foto de un animal no humano sufriendo, para que se desencadene este tormento.
La angustia no se va, esta presente y no se como manejarla, por eso no fui veterinaria, no puedo ver a mis hermanos sufrir, no podría. Me analizo… cuantas veces me ha pasado lo mismo con otro tipo de problema, creo que nunca, es decir, soy propensa a llorar con el sufrimiento animal, de ser así, jamás dejaré de sentirme mal… Ya que esto es una constante... osea el mundo aún se preocupa de genocidas o masacres, faltan siglos para que se encarguen de lo que me provoca tal angustia.
Para los humanos, la cadena de prioridades y supervivencia empieza por ellos mismos y después las demás especies, es más se creen con la facultad de alterar ecosistemas sin ningún análisis ni arrepentimiento, algo que a la naturaleza le ha tomado millones de años forjar, ellos lo modifican en un instante, rompen el ciclo de la evolución y nadie se da cuenta o mejor dicho nadie hace nada. Todo lo adecuan a como a ellos les gusta que sea, por eso acá, si existen muchos perros vagos, realizan una matanza generalizada de todos los poco afortunados que se encuentran sin hogar, o que en sus hogares ya consideraron que no podían tenerlo.
Tengo 4 perros y 2 gatos, tendría más pero debo ser consecuente y entregarles el espacio, cuidados y alimento que cada integrante de mi familia merece, me preocupo por entregar donaciones a este tipo de ONG pero se que no hago suficiente, por eso mi angustia no se va, me siento tan responsable y cómplice como los torturadores, no les hago daño, pero tampoco los protejo… Entonces me doy cuenta que solo soy una llorona que se sensibiliza con una noticia, eso nada más, solo una más del montón…
Porque?, nuevamente un reproche, porque cada vez que veo algo así, me angustio?, no es justo, falta que mire un animal en la calle, o sepa una historia de un circo o no se, vea una foto de un animal no humano sufriendo, para que se desencadene este tormento.
La angustia no se va, esta presente y no se como manejarla, por eso no fui veterinaria, no puedo ver a mis hermanos sufrir, no podría. Me analizo… cuantas veces me ha pasado lo mismo con otro tipo de problema, creo que nunca, es decir, soy propensa a llorar con el sufrimiento animal, de ser así, jamás dejaré de sentirme mal… Ya que esto es una constante... osea el mundo aún se preocupa de genocidas o masacres, faltan siglos para que se encarguen de lo que me provoca tal angustia.
Para los humanos, la cadena de prioridades y supervivencia empieza por ellos mismos y después las demás especies, es más se creen con la facultad de alterar ecosistemas sin ningún análisis ni arrepentimiento, algo que a la naturaleza le ha tomado millones de años forjar, ellos lo modifican en un instante, rompen el ciclo de la evolución y nadie se da cuenta o mejor dicho nadie hace nada. Todo lo adecuan a como a ellos les gusta que sea, por eso acá, si existen muchos perros vagos, realizan una matanza generalizada de todos los poco afortunados que se encuentran sin hogar, o que en sus hogares ya consideraron que no podían tenerlo.
Tengo 4 perros y 2 gatos, tendría más pero debo ser consecuente y entregarles el espacio, cuidados y alimento que cada integrante de mi familia merece, me preocupo por entregar donaciones a este tipo de ONG pero se que no hago suficiente, por eso mi angustia no se va, me siento tan responsable y cómplice como los torturadores, no les hago daño, pero tampoco los protejo… Entonces me doy cuenta que solo soy una llorona que se sensibiliza con una noticia, eso nada más, solo una más del montón…
Y nada solo vuelvo a llorar
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